Una nueva investigación sugiere que el tratamiento de dientes infectados con endodoncias puede mejorar el control del azúcar en sangre, los niveles de colesterol y reducir la inflamación, todos ellos factores clave para prevenir enfermedades cardíacas y diabetes. Los hallazgos, publicados en el Journal of Translational Medicine, indican que la salud bucal está mucho más conectada con el bienestar sistémico de lo que se pensaba anteriormente.
La conexión boca-cuerpo
La boca humana alberga un complejo ecosistema de bacterias. Si bien algunos son inofensivos o beneficiosos, otros pueden causar caries, enfermedades de las encías e infecciones. Si no se tratan, estas infecciones pueden desencadenar una inflamación leve en todo el cuerpo, alterando los procesos metabólicos y aumentando potencialmente el riesgo de enfermedades crónicas.
El estudio se centró en la periodontitis apical, inflamación alrededor de la raíz de un diente infectado. Los investigadores plantearon la hipótesis de que eliminar esta infección mediante un tratamiento de conducto podría revertir parte del daño metabólico asociado.
Diseño del estudio y hallazgos clave
Investigadores de un hospital dental de Inglaterra rastrearon a 65 adultos antes y después de someterse a procedimientos de conducto radicular. Se analizaron muestras de sangre durante dos años mediante espectroscopia de RMN avanzada para evaluar más de 40 biomarcadores relacionados con el riesgo cardiometabólico. El estudio empleó un diseño “autocontrolado”, lo que significa que cada participante sirvió como su propio grupo de control, minimizando la influencia de las diferencias individuales.
Los resultados mostraron mejoras significativas en indicadores de salud clave después de un tratamiento de conducto exitoso:
- Control del azúcar en sangre: Los participantes mostraron niveles más bajos de glucosa dos años después del tratamiento, lo que indica un riesgo reducido de diabetes.
- Niveles de colesterol: Se observaron mejoras a corto plazo en los perfiles de colesterol y ácidos grasos, lo que beneficia la salud del corazón.
- Reducción de la inflamación: Los marcadores de inflamación relacionados con enfermedades crónicas disminuyeron con el tiempo.
La autora principal, la Dra. Sadia Niazi del King’s College de Londres, enfatiza que esto es evidencia de un efecto en todo el cuerpo. “Las bacterias orales de los dientes infectados pueden alterar el metabolismo, lo que demuestra cómo la salud bucal afecta a todo el cuerpo”, afirmó.
Por qué esto es importante
Estos hallazgos refuerzan el creciente reconocimiento de que la inflamación sistémica desempeña un papel central en el desarrollo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares. La mala salud bucal ya no es simplemente una preocupación cosmética; es un factor de riesgo modificable para enfermedades crónicas graves.
Los expertos coinciden. La Dra. Eleanor Levin de Stanford Medicine, que no participó en el estudio, señala que reducir la inflamación mediante intervenciones como el tratamiento de conducto puede mejorar la salud metabólica. “El tratamiento de conducto reduce la inflamación al eliminar el sitio de la infección dental”, dice.
Mantener la salud bucal y metabólica
Para minimizar el riesgo, los profesionales dentales recomiendan lo siguiente:
- Cepillarse dos veces al día con pasta dental con flúor.
- Utilice hilo dental al menos una vez al día.
- Programar limpiezas y controles dentales periódicos.
- Limitar los alimentos y bebidas azucarados.
- Evite fumar.
- Realizar actividad física diaria.
En conclusión, cada vez hay más evidencia de que la salud bucal y la salud sistémica están inextricablemente vinculadas. El cuidado dental oportuno, incluido el tratamiento de conducto cuando sea necesario, no se trata sólo de preservar los dientes: se trata de proteger el bienestar metabólico y cardiovascular a largo plazo.

































