El potasio, un electrolito que a menudo se pasa por alto, es vital para mantener funciones corporales adecuadas, desde el equilibrio de líquidos hasta la regulación de la presión arterial. Si bien muchas dietas son ricas en sodio, la ingesta de potasio con frecuencia es insuficiente, lo que altera el delicado equilibrio necesario para una salud óptima. Garantizar niveles adecuados de potasio no se trata sólo de prevenir deficiencias; se trata de mitigar los efectos negativos del exceso de sodio y apoyar el bienestar general.
Por qué es importante el potasio: más allá del equilibrio de líquidos
El potasio trabaja en conjunto con el sodio para regular los niveles de líquidos y el volumen de sangre. Sin embargo, sus beneficios van mucho más allá de esta función básica. Mantener una ingesta suficiente de potasio está relacionado con un menor riesgo de sufrir varias afecciones de salud graves.
Potasio y salud cardiovascular
Existe una conexión clara entre la ingesta baja de potasio y la hipertensión (presión arterial alta). Consumir suficiente potasio puede ayudar a prevenir o controlar la presión arterial alta, reduciendo el riesgo de complicaciones asociadas como:
- Ataque al corazón
- Accidente cerebrovascular
- Enfermedad renal
Más allá del corazón: otros beneficios potenciales
Las investigaciones sugieren que una mayor ingesta de potasio también puede reducir el riesgo de:
- Cálculos renales
- Osteoporosis
*Diabetes tipo 2
Estos hallazgos subrayan la importancia del potasio como medida preventiva de enfermedades crónicas.
La relación sodio-potasio: un equilibrio crítico
En muchas dietas occidentales, la ingesta de sodio supera con creces la ingesta de potasio. Este desequilibrio puede contribuir a la hipertensión y aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares. Dirigirse a ambos niveles minerales (reducir el sodio y aumentar el potasio) ofrece el enfoque más eficaz para mejorar la salud.
Cuando aumentan las necesidades de potasio
Ciertas situaciones requieren una mayor ingesta de potasio. La pérdida rápida de líquidos a través de vómitos, diarrea o sudoración intensa (como durante el ejercicio) agota los electrolitos, incluido el potasio. Reponer tanto el sodio como el potasio es crucial, particularmente para:
- Niños
- Adultos mayores
- Personas con sistemas inmunológicos debilitados.
- Aquellos que experimentan deshidratación severa.
Los proveedores de atención médica pueden recomendar suplementos o bebidas con electrolitos para restablecer el equilibrio.
Fuentes dietéticas de potasio
Se puede aumentar la ingesta de potasio mediante cambios en la dieta. Fuentes excelentes incluyen:
- Patatas
- Plátanos
*Verduras de hojas verdes - Aguacates
- Jugo de zanahoria
- Jugo de naranja
- Orejones, pasas y ciruelas pasas.
- Lentejas y frijoles
- Leche
- Espinacas
Si bien existen suplementos de potasio, suelen contener dosis bajas (99 mg o menos). Un solo plátano aporta más potasio que la mayoría de los suplementos de venta libre.
¿Puedes excederte? Los riesgos de la hiperpotasemia
Si bien el potasio es esencial, su ingesta excesiva puede provocar hiperpotasemia (nivel alto de potasio en sangre). Esta afección puede causar dificultad para respirar y alteraciones del ritmo cardíaco potencialmente mortales. Las personas con enfermedad renal avanzada deben tener cuidado tanto con los suplementos de potasio como con los alimentos ricos en potasio.
En conclusión, el potasio es un electrolito crítico que a menudo se subestima en las dietas modernas. Priorizar los alimentos ricos en potasio y mantener un equilibrio saludable de sodio y potasio son esenciales para prevenir enfermedades crónicas y mantener una salud óptima.

































