La enfermedad de Crohn es una afección inflamatoria crónica que puede afectar a todo el cuerpo y un síntoma que a menudo se pasa por alto son los sudores nocturnos. Estos episodios de sudoración intensa durante el sueño no sólo son incómodos; pueden señalar problemas subyacentes que necesitan atención. Comprender las causas y cómo manejarlas es clave para mejorar la calidad de vida de quienes viven con la enfermedad de Crohn.
¿Por qué ocurren los sudores nocturnos con la enfermedad de Crohn?
El principal impulsor de los sudores nocturnos en la enfermedad de Crohn es la inflamación. Cuando la enfermedad está activa, el sistema inmunológico libera sustancias químicas llamadas citocinas (como IL-6 y TNF-α) que esencialmente “reinician” el termostato del cuerpo en el cerebro. Esto provoca una fiebre leve que alcanza su punto máximo durante la noche y provoca sudores intensos.
Sin embargo, la inflamación no es la única culpable. Las infecciones, especialmente en quienes toman medicamentos inmunosupresores, también pueden provocar sudores nocturnos. Los medicamentos biológicos, aunque eficaces, aumentan el riesgo de infecciones como C. diff o tuberculosis, que a menudo se presentan con este síntoma. En casos raros, los sudores nocturnos pueden incluso ser un signo de cáncer, específicamente linfoma, en personas expuestas a ciertos medicamentos para la enfermedad de Crohn, como la azatioprina o los medicamentos anti-TNF.
Finalmente, los cambios hormonales, como los que se experimentan durante la perimenopausia o la menopausia, pueden exacerbar los sudores nocturnos en mujeres con enfermedad de Crohn.
Cómo controlar los sudores nocturnos
Si su médico ha descartado otras causas, esto es lo que puede hacer para controlar los sudores nocturnos relacionados con la enfermedad de Crohn:
1. Limite los desencadenantes nocturnos: Evite el alcohol, la nicotina, las comidas picantes y las comidas copiosas cerca de la hora de acostarse. Estos pueden empeorar la inflamación y provocar sudoración.
2. Haga ejercicio estratégicamente: La actividad física regular puede reducir la actividad de Crohn, pero evite los entrenamientos intensos a altas horas de la noche. Intente realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana.
3. Optimice su espacio para dormir: Mantenga su dormitorio fresco, use ropa de cama transpirable y considere un ventilador para regular la temperatura.
4. Revisión de medicamentos: Ciertos medicamentos para la enfermedad de Crohn (adalimumab, infliximab, leflunomida, micofenolato de mofetilo, tacrolimus) pueden causar o empeorar los sudores nocturnos. Discuta el momento o las alternativas con su médico.
5. Seguimiento de síntomas: Mantenga un registro de sus sudores nocturnos, incluida la temperatura, la frecuencia de las deposiciones, los niveles de dolor y el momento. Esta información puede ayudar a su médico a ajustar su plan de tratamiento.
6. Considere el paracetamol: Si su médico lo aprueba, tomar paracetamol antes de acostarse puede ayudar a controlar la fiebre y reducir la sudoración.
Cuándo consultar a su médico
Los sudores nocturnos con enfermedad de Crohn no siempre son motivo de alarma, pero merecen atención si lo son:
- Nuevo o empeorando
- Acompañado de fiebre superior a 100,4°F
- Combinado con pérdida de peso o dolor inexplicables.
El resultado final
Los sudores nocturnos son un síntoma común de la enfermedad de Crohn, a menudo relacionados con inflamación, infección o efectos secundarios de los medicamentos. Al comprender las causas y tomar medidas proactivas para controlarlas, puede mejorar su sueño y su bienestar general. Si sus síntomas son graves o persistentes, consulte a su médico para una evaluación y tratamiento adicionales.
































