La guía definitiva sobre métodos de cocción saludables: desde cocinar al vapor hasta cocinar crudo

16

Cocinar los alimentos adecuadamente no se trata sólo de sabor; se trata de maximizar la nutrición y minimizar los riesgos para la salud. Ya sea que prefiera un salteado rápido o una comida asada a fuego lento, comprender los mejores métodos puede marcar una diferencia real en su dieta. Esta guía desglosa 11 técnicas de cocina populares, desde las que conservan más nutrientes hasta aquellas con posibles desventajas, y ofrece consejos para tomar las decisiones más saludables.

Preservar los nutrientes: los mejores métodos

Cocer al vapor y hervir: Estos métodos de calor húmedo se encuentran entre los más saludables y preservan los nutrientes y evitan las grasas añadidas. Los expertos del Centro de Salud y Bienestar Victus destacan que cocinar al vapor y hervir son ideales tanto para las carnes como para los productos agrícolas, ya que no requieren mantequilla ni aceite, lo que facilita la gestión de las calorías. Para maximizar los beneficios, consuma estos alimentos inmediatamente después de cocinarlos, ya que el calentamiento prolongado degrada el valor nutricional. Se prefiere cocinar al vapor a hervir las verduras, ya que retiene mejor los carotenoides, fitoquímicos y vitamina C.

Escaldado: Hervir rápidamente y luego aplicar un shock en agua helada preserva la calidad de los alimentos y retarda la pérdida de nutrientes. También puede reducir los microbios de la superficie de las verduras, aunque no es un método de esterilización. El escaldado mantiene las verduras crujientes y vibrantes, reteniendo color y nutrientes. Preste atención al tiempo; El escaldado excesivo destruye el sabor y los nutrientes. Este método es sólo para productos agrícolas, no para carnes.

Escalfar: Hervir a fuego lento en líquido (caldo o agua) da como resultado un alimento húmedo y tierno. RDN Lauren Slayton de Foodtrainers lo llama un método “saludable e infrautilizado”. Mantenga las temperaturas bajas (158-176°F) para evitar agregar calorías innecesarias. Si bien escalfar en leche o aceite agrega sabor, también agrega grasa.

Microondas: A menudo se pasa por alto que los microondas pueden conservar los nutrientes debido a sus cortos tiempos de cocción. Sin embargo, son mejores para recalentar o cocinar verduras que para garantizar una cocción completa de carnes y aves, donde la seguridad bacteriana es una preocupación. Siempre verifique las temperaturas internas para garantizar una higiene adecuada.

Métodos moderados: equilibrio entre salud y sabor

Freír al aire: Un estudio reciente muestra que freír vegetales como las coles de Bruselas y la col rizada al aire a 160°F durante 10 minutos resulta en la menor pérdida de nutrientes. Este método utiliza una cantidad mínima de aceite, lo que reduce la exposición a la acrilamida y el riesgo de enfermedades cardíacas en comparación con la fritura. Mantenga el aparato limpio y corte los trozos de ave más grandes para una cocción uniforme.

Alimentos crudos: Comer vegetales crudos con grasas saludables mejora la absorción de nutrientes. Los estudios muestran que una ingesta elevada de vegetales crucíferos (brócoli, coliflor) puede reducir la calcificación de la aorta abdominal, un predictor de enfermedades cardíacas. Agregue jugo de limón y sal a salsas como puré de aguacate para que las verduras crudas sean más apetecibles.

Hornear: Si bien es versátil, hornear puede provocar una mayor pérdida de nutrientes que otros métodos. Los alimentos con almidón (pan, patatas) liberan acrilamida a altas temperaturas, un carcinógeno potencial. Equilibre el horneado con otros métodos de cocción y opte por un dorado claro para minimizar la formación de acrilamida.

Asar a la parrilla: Mejor que freír debido a que tiene menos calorías y grasa, asar a la parrilla aún causa pérdidas de nutrientes por el calor directo. Complemente con vegetales crudos para una comida más nutritiva. Utilice cortes finos de carne para una cocción más rápida y segura, y considere marinarlos con hierbas (curry, cúrcuma) para mitigar los vapores nocivos.

Métodos que requieren precaución

Sofríe y saltea: Rápidos y convenientes, estos métodos utilizan altas temperaturas y aceite, lo que potencialmente crea subproductos dañinos como HCA y PAH relacionados con el riesgo de cáncer. Utilice aceites en aerosol para minimizar la grasa, cocine rápidamente y elija aceites con puntos de humo altos (aceite de aguacate).

Asar a la parrilla: Asar carne forma HCA y PAH relacionados con cambios en el ADN y riesgo de cáncer. Ingesta moderada: asar ocasionalmente a la parrilla probablemente no cause un daño significativo si su dieta es saludable. Evite la exposición directa a las llamas, voltee la carne con frecuencia, omita la salsa hecha con grasa y deseche las porciones carbonizadas.

Asar: Asar alimentos con almidón como pan y patatas libera acrilamida a altas temperaturas, un carcinógeno potencial. Equilibre el asado con otros métodos de cocción y busque un dorado claro para minimizar la formación de acrilamida.

En última instancia, el mejor método de cocción depende de los alimentos y de sus prioridades de salud. Al comprender los pros y los contras de cada técnica, podrá tomar decisiones informadas que maximicen la nutrición y minimicen el riesgo.