¿Podrían los antihistamínicos de venta libre ayudar a aliviar los síntomas del SII?

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Está surgiendo un vínculo inesperado entre los medicamentos para las alergias de venta libre y el alivio del síndrome del intestino irritable (SII). Si bien puede parecer extraño, cada vez hay más evidencia que sugiere que los antihistamínicos, utilizados durante siglos para combatir los resfriados y los estornudos, podrían ofrecer una nueva vía para controlar el dolor intestinal y la hinchazón asociados con el SII.

Se estima que el SII afecta a 45 millones de personas en los Estados Unidos y afecta de manera desproporcionada a las mujeres. Este trastorno común surge de problemas con la intrincada comunicación entre el cerebro y el sistema digestivo. Los síntomas varían desde molestias leves hasta experiencias debilitantes, y a menudo requieren ajustes en la dieta o medicamentos para controlar los síntomas.

¿Cómo podrían ayudar los antihistamínicos?

Los antihistamínicos tradicionalmente actúan bloqueando la histamina, una sustancia química liberada por el cuerpo durante las reacciones alérgicas. Esta acción reduce los síntomas clásicos de la alergia, como secreción nasal, picazón en los ojos y ataques de tos. Pero la historia no termina ahí.

Investigaciones recientes apuntan a una conexión entre los niveles elevados de histamina en el intestino y la gravedad del SII. El Dr. William J. Bulsiewicz, gastroenterólogo y autor de “Fiber Fueled”, explica que el tejido intestinal dañado, común en el SII, a menudo conduce a una mayor sensibilidad a la histamina. Esta mayor sensibilidad produce una inflamación que exacerba los síntomas del SII.

Cuando la histamina interactúa con los receptores nerviosos del intestino llamados TRPV1, desencadena señales de dolor. Los estudios han demostrado que bloquear esta interacción histamina-TRPV1 puede reducir significativamente el dolor abdominal en personas con SII. En particular, un estudio con ebastina (un antihistamínico no disponible en los EE. UU.) demostró una notable reducción del dolor en participantes con SII durante un período de 12 semanas. Si bien la ebastina no es fácilmente accesible en los EE. UU., las opciones comunes de venta libre como la difenhidramina (Benadryl), la loratadina (Claritin) y la cetirizina (Zyrtec) funcionan a través de mecanismos similares y podrían ofrecer alivio a algunos pacientes con SII.

Consideraciones importantes:

Si bien estos hallazgos son prometedores, es fundamental recordar que los antihistamínicos actualmente no están aprobados por la FDA para tratar el SII. Antes de incorporarlos a tu plan de tratamiento, consulta con tu médico. Como todos los medicamentos, los antihistamínicos tienen posibles efectos secundarios que pueden incluir:

  • Boca seca
  • Somnolencia
  • Excitabilidad
    Cambios de visión
    Disminución del apetito

Más allá de los antihistamínicos: otras estrategias para controlar el SII

Abordar el SII a menudo implica un enfoque multifacético que va más allá de la medicación.

  • Fiber Power: Aumentar la ingesta de fibra dietética es fundamental para controlar los síntomas del SII de forma eficaz. Intente consumir de 22 a 34 gramos de fibra al día, aumentando gradualmente su ingesta para evitar la hinchazón y los gases. La fibra soluble que se encuentra en alimentos como frijoles, frutas (especialmente manzanas), avena y verduras promueve el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas, restaurando un equilibrio saludable en su sistema digestivo.

  • La hidratación es clave: La ingesta adecuada de agua es esencial para el movimiento eficiente de la fibra a través del tracto digestivo.

  • La dieta baja en FODMAP: Esta dieta especializada implica restringir ciertos carbohidratos fermentables (FODMAP) que se absorben mal y pueden desencadenar síntomas del SII en personas sensibles. Los FODMAP están presentes en alimentos como manzanas, espárragos, frijoles, repollo, productos lácteos, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa y productos de trigo/centeno. Consultar con su médico acerca de una prueba supervisada de la dieta baja en FODMAP puede ayudar a identificar desencadenantes específicos de su SII.

Conclusión: Si bien los antihistamínicos pueden parecer un tratamiento poco convencional para el SII, las investigaciones emergentes sugieren que podrían ofrecer alivio de los síntomas dolorosos. Sin embargo, es fundamental consultar con un profesional de la salud antes de experimentar con este enfoque. Recuerde que controlar el SII de forma eficaz a menudo implica una combinación de estrategias adaptadas a las necesidades individuales, incluidas modificaciones dietéticas y orientación médica personalizada.