Seguridad alimentaria y nutrición para el tratamiento del cáncer de mama metastásico

15

El tratamiento del cáncer de mama metastásico (CMM), en particular la quimioterapia, a menudo conduce a neutropenia : una caída peligrosa en los glóbulos blancos que combaten las infecciones. Esto debilita el sistema inmunológico, haciendo que incluso los alimentos comunes y corrientes sean potencialmente peligrosos. Una nutrición adecuada es vital, pero la seguridad debe ser lo primero.

Por qué esto es importante: La quimioterapia no sólo mata las células cancerosas; también daña las células sanas, incluidas las cruciales para la inmunidad. Un sistema inmunológico debilitado significa que las bacterias cotidianas en los alimentos pueden causar enfermedades graves. El riesgo no es teórico; es una consecuencia directa del tratamiento.

Protegiéndose mediante la preparación de alimentos

La clave para comer de forma segura con neutropenia es una higiene estricta y una cocción minuciosa. El Departamento de Agricultura de EE. UU. tiene pautas detalladas, pero aquí están las esenciales:

  • Lavado de manos: Lávese las manos con jabón y agua tibia durante al menos 20 segundos antes y después de manipular alimentos. Esto incluye después de ir al baño, tocar mascotas o cambiar pañales.
  • Herramientas limpias: Desinfecte las tablas de cortar y las encimeras con una solución de lejía (1 cucharada por galón de agua) o páselas por el lavavajillas.
  • Evite la contaminación cruzada: Utilice tablas de cortar separadas para carnes y verduras crudas. Nunca dejes que la carne cruda entre en contacto con los alimentos cocidos.
  • Cocine bien: Utilice un termómetro para carnes para asegurarse de que los alimentos alcancen temperaturas seguras:
  • Carne molida/aves: 160°F/165°F
  • Mariscos: 145°F (o hasta que las conchas se pongan rojas/abiertas)
  • Huevos: 160°F
  • Sobras recalentadas: 165°F
  • Refrigere rápidamente: Refrigere o congele los alimentos perecederos dentro de las dos horas posteriores a su cocción o compra. No deje los alimentos a temperatura ambiente durante más de una hora si hace calor.

Alimentos que se deben evitar (o preparar con cuidado)

Ciertos alimentos representan un mayor riesgo para alguien con un sistema inmunológico debilitado. Lo mejor es evitar:

  • Carnes, aves y pescado crudos o poco cocidos
  • Lácteos no pasteurizados (quesos blandos como Brie, Camembert, queso de cabra)
  • Huevos crudos
    *Sushi y mariscos ahumados
  • Germinados (alfalfa, frijol, brócoli)
  • Jugos no pasteurizados y miel.

La dieta neutropénica: lo que necesitas saber

La restrictiva “dieta neutropénica”, que alguna vez fue una práctica común, ahora está en gran medida obsoleta. Las investigaciones muestran que no necesariamente mejora los resultados y puede provocar deficiencias de nutrientes. Hoy en día, los profesionales de la salud recomiendan prácticas básicas de seguridad alimentaria.

Apoyo nutricional durante el tratamiento

Más allá de la seguridad, concéntrese en una dieta equilibrada para favorecer la recuperación. Esto significa:

  • Proteína: Esencial para la reconstrucción de los glóbulos blancos.
  • Grasas Saludables: Proporcionan energía y ayudan a la absorción.
  • Carbohidratos ricos en fibra: Apoyan la salud intestinal y los niveles de energía.

Ejemplos de ideas de comidas:

  • Desayuno: Avena con yogur y fruta, o huevos duros sobre tostada con aguacate.
  • Almuerzo: Pollo asado con arroz y frijoles, o tortilla integral con carne magra y queso bajo en grasa.
  • Cena: Sopa de verduras o brochetas de pollo a la parrilla.

“El objetivo no es la privación; es una alimentación inteligente. Concéntrese en cocinar los alimentos de manera segura y obtener suficientes nutrientes para sustentar su cuerpo durante el tratamiento”. – Cara Anselmo, RDN, Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering

Conclusión: El tratamiento del cáncer de mama metastásico puede debilitar gravemente el sistema inmunológico, lo que convierte las enfermedades transmitidas por alimentos en un riesgo grave. Al priorizar la seguridad alimentaria, cocinar bien y evitar los alimentos de alto riesgo, podrá comer de forma segura y apoyar la recuperación de su cuerpo. Consultar a un dietista registrado puede ayudar a adaptar un plan de alimentación seguro y nutritivo a sus necesidades específicas.